Inicio » Predicas Cristianas » Somos valiosos para Dios

Somos valiosos para Dios

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: Somos valiosos para Dios

Bosquejos para Predicar Texto Bíblico:Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”  Mateo 6:26 

Introducción

Hemos estado hablando bastante de lo que Dios ha hecho con nosotros y del gran sacrificio que hizo hace más de dos mil años en la cruz. Pero hoy vamos a profundizar un poco más en lo que nosotros significamos para Dios.

Las personas que no conocen de Cristo suelen hablar mal de él porque no han leído su palabra. Subestiman los hechos y las palabras que Dios nos ha dejado en la biblia. La Biblia es muchas cosas, es la palabra de Dios. Es una guía, es un libro histórico, un libro que transforma. Pero al mismo tiempo es un libro de amor.

Es un libro de amor, porque ahí Dios nos habla de una manera especial, nos hace sentir amados. Es un libro lleno de promesas para sus hijos, un libro lleno de esperanza. Un libro en el cual podemos ver y sentir que Dios está con nosotros, que nos muestra el plan de Dios para nuestra vida.

I. Especial tesoro

Para Dios somos muy importantes. Puede que para el mundo seamos locos, diferentes, religiosos o fanáticos. Puede que para muchas personas no seamos nada. Pero es diferente con Dios, él siempre está viendo lo mejor de nosotros. Él nos ve como sus hijos (Juan 1:12). Su amor por nosotros es tan grande que si fuera necesario volvería a morir en una cruz por ti y por mí.

Él nunca espera nada a cambio, siempre nos está amando en cada momento de nuestra vida, aun cuando le fallamos o nos olvidamos de él. Él siempre permanece fiel, siempre está dispuesto a perdonarnos y limpiarnos las veces que sean necesarias. Él nunca se cansa de amarnos, así de grande es su amor, un amor que jamás se agota.

Para él somos muy importantes. En Éxodo 19:5 Dios le dice al pueblo de Israel que si lo obedecen y a su palabra, ellos serán su especial tesoro. ¡Dios los llama su especial tesoro! Eso es lo que cada uno de nosotros somos para Dios, somos muy valiosos para Él.

II. Nación santa

Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios”.   1 Pedro 2:9

Dios nos ha llamado para apartarnos del mundo y ser consagrados a él. Una vez que permitimos que Jesús entre en nuestra vida, él transforma todo lo que somos, y nos limpia de toda maldad. Ya no vivimos como este mundo vive. Dios nos llamó para que fuéramos diferentes (Efesios 4:22). Para que viviéramos de forma diferente, siendo limpios, santos como nuestro Padre y consagrados a él.

Ya no somos como el mundo dice que somos, ahora somos lo que Dios dice que somos. Somos santos porque él nos ha purificado y nos ha renovado de lo que antes éramos. Si, ahora pertenecemos a la realeza celestial.

Él nos ha llamado para vivir conforme a su voluntad, nos ha escogido por amor. No merecemos que él nos llame o nos elija para nada. Pero aun así él está dispuesto a hacerlo. Nos muestra su misericordia, y cada día nos recuerda que nos ama y que siempre quiere lo mejor para nosotros. Somos su pueblo y Él es nuestro Dios.

III. Hijos amados

Dios mismo nos llama su hijos, eso es un privilegio ser llamados hijos de Dios. Hijos del Todopoderoso, hijos del creador, hijos de un Dios de amor y misericordia. Es un honor ser parte del linaje de Dios, porque todo lo existe en este mundo es hecho por Dios, incluidos nosotros. Somos criaturas hechas por él. Pero solo hay un grupo al que se les llama hijos de Dios, y son todos aquellos que han aceptado a Jesús como su Señor y salvador.

Juan 14:16 cita a Jesús cuando dice que él es el camino para llegar al Padre. Esto significa que si no conocemos a Jesús por ende no conocemos al Padre. Jesús es el puente que nos conecta con nuestro Padre celestial. Sin él no tendríamos un camino de salvación, y nuestro Padre no nos vería como hijos porque no nos reconocería.

Para esto tuvo que morir Jesús en la cruz, para limpiarnos de toda maldad y acercarnos a nuestro padre celestial. Jesús no tenía que hacerlo, no era su obligación, pero decidió hacerlo por amor a nosotros (Juan 3:16). Decidió venir y morir en una cruz para que tú y yo tuviéramos un Padre, para que tuviéramos una esperanza, para que fuéramos realmente amados, por el único que nos ama por siempre y para siempre.

Sin importar quienes hemos sido o que hemos hecho en nuestra vida, él nunca nos abandona. Nunca nos mira con desprecio, nunca nos ignora o nos da la espalda. Antes bien, nos hace saber que como sus hijos nos podemos equivocar y él estará ahí para levantarnos y ayudar a enmendar nuestro error. Nos limpiará las lágrimas y curará todas nuestras heridas como lo haría un padre amoroso

IV. Sus amigos

No solo es hermoso que nos llame sus hijos, también es maravilloso que nos llame sus amigos. Juan 15:15 hace referencia a que Jesús no nos llama siervos, sino sus amigos porque hemos escuchado sus palabras. Y lo mismo que nuestro Padre le había dicho, nos las ha hecho saber a nosotros.

Ser amigos de Jesús es algo maravilloso, podemos ser totalmente honestos con él. Podemos contarle nuestros problemas y él siempre estará ahí para apoyarnos. Podemos estar muy mal y él estará ahí para consolarnos.

Puede que hagamos las cosas muy mal, y él nunca nos juzgará ni nos hará sentir menos. Jamás escucharemos que nos odia o que nos desprecia. De su boca jamás saldrán palabras hirientes. No importa cuán daño le hagamos, él nunca nos mirará con desdén.

Cuando Pedro lo negó, dice la Biblia que Jesús lo miró detenidamente. La Biblia no dice esto, pero sinceramente creo que su mirada nunca fue ni de enojo o decepción. Al contrario, tengo la certeza de que su mirada fue de amor y compasión.

Esto es lo que siento cuando hago algo que no debo y le fallo. Nunca jamás en ningún momento he sentido que el Señor he hubiese menospreciado. Jamás se ha ido de mi lado, ni en los peores momentos se ha ido, y sé que no lo haría con ninguno de sus amigos.

Podemos fallarle todas las veces, y todas las veces Jesús se quedará a nuestro lado, haciéndonos saber que nos ama y que está ahí para levantarnos. Nuestro amigo soportó los clavos atravesando sus manos y pies, es una gran demostración de su amor por nosotros que es eterno y nunca se acabará.

En conclusión

Somos muy especiales para Dios, no importa que tan imperfectos seamos, o que tanto le hayamos fallado, Dios nos ama y nunca nos dejará solos. Somos sus hijos, él nos conoce y conoce nuestras debilidades. Y aunque pequemos y lo lastimemos, él nos dará otra oportunidad para hacer lo correcto y levantarnos de nuestra caída.

Puede que tengamos vergüenza de algo en nuestra vida, pero nadie nos conoce mejor que nuestro Dios. Él conoce lo peor de nosotros, y trabaja en nosotros para mejorarlo. No olvidemos que toda esta historia siempre se ha tratado de amor, de amistad y compasión, y todavía se sigue escribiendo. Pero esta vez es con nosotros y con lo que Dios hace en nosotros, él nunca nos fallará ni nos abandonará.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones .. Predicas Cristianas

Por favor respete los derechos de autor. No copie y pegue este material en otros sitios web; el plagio es robo. Le invitamos a que comparta este material en las redes sociales copiando y pegando el siguiente vínculo es cu cuenta.

2 comentarios en «Somos valiosos para Dios»

Deja un comentario