Inicio » Predicas Cristianas » La plenitud de Dios

La plenitud de Dios

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: La plenitud de Dios

Predicas Cristianas Texto Bíblico:y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.” (Efesios 3:19)

Introducción

Es el deseo del Señor el que vivamos en su amor, en que tengamos paz, en que seamos prosperados. Dios tiene los mejores deseos para nuestra vida, el principal es que alcancemos la salvación de nuestra alma. No así el enemigo que busca la manera que no conozcamos de Dios o tengamos una idea alejada de la realidad de su amor. 

Cristo ha nacido en nuestros corazones y busca el Señor que toda nuestra manera de vivir sea de acuerdo a su voluntad, que sigamos sus mandamientos y que perseveremos en la fe hasta el fin de nuestra vida en esta tierra. Así gozaremos de una eternidad con Dios, donde le adoraremos para siempre. Eso es lo que buscamos, eso es lo que anhelamos. 

Pero mientras el día en que tengamos que partir de esta tierra llegue, debemos ser fieles a Dios. El Señor desea que vivamos en su plenitud, que gocemos de su gloria aquí en la tierra como preludio de lo que viviremos en el cielo. Es verdad que el enemigo multiplica sus esfuerzos para hacernos tropezar y alejarnos del Señor, pero más poderoso es Dios que cuida de nosotros y vela para que no nos alejemos de su rebaño.

I. La plenitud de Dios – Fortalecidos (Filipenses 4:13)

Dios es nuestra fortaleza. Muchas veces pensamos en lo limitado de nuestras fuerzas, en las muchas debilidades que poseemos, pero Dios nos enseña que no es del que corre, ni del que quiere, sino que es Dios en nosotros que actúa para la gloria de su nombre. 

Así es que no dependemos de nuestras fuerzas ni de nuestros recursos, dependemos de Dios y de su poder. Al comprender esto podemos decir como el apóstol, todo lo puedo, pero no en sentido egocéntrico, sino en el sentido de que dependemos de Dios y si Él por nosotros no existe entonces la debilidad. 

a. Viene de Dios (Salmos 121:1-2)

Es el deseo de Dios que seamos fortalecidos. Pero nuestra fortaleza no viene de nuestra mente cuando estudiamos, no viene de nuestro cuerpo si lo ejercitamos, nuestra fortaleza viene de Dios. No nos referimos a fortaleza material, sino a fortaleza espiritual. 

Dice la palabra de Dios que somos nuevas creaturas, hemos nacido a la vida espiritual cuando nos encontramos con Dios y vivimos para Él. Dios entonces fortalece ese ser interior. Nuestra fortaleza viene de Dios, de él dependemos y a Él buscamos en oración constantemente.

b. La plenitud de Dios conforme a su gloria (Filipenses 4:19)

Recibimos de Dios de lo que le pertenece. Si las riquezas de Dios fueran escasas, entonces recibiríamos escasamente, pero las riquezas de Dios no tienen límite. Así es que el Señor pone para bendición nuestra sus riquezas, su poder, su gloria entera. Así Dios nos concede nuestras peticiones, cuando estas son lo que en realidad nos conviene. 

La fortaleza que Dios nos da no tiene límites. Nuestro ser interior es fortalecido según lo necesitemos. Si nos encontramos en una batalla espiritual Dios nos dará las armas necesarias para enfrentar con valor al adversario en el nombre del Señor. 

c. Por su Espíritu (Tito 3:5)

Dios nos fortalece de acuerdo a su gloria, por medio de su Santo Espíritu. Somos renovados, nacemos de nuevo y el Espíritu Santo viene a nuestro corazón para llenarnos, para poner palabras en nuestros labios, para tener comunión con nuestro Padre, para enseñarnos la verdad de Dios. Somos fortalecidos para la gloria de su nombre, para que le glorifiquemos y le sirvamos de todo corazón. 

II. La plenitud de Dios – En fe (Hebreos 11:1)

Dice su palabra que la fe es la certeza de lo que se espera, muchas veces esperamos que las cosas sucedan y no depende de nosotros, ni siquiera podemos tener certeza del día de mañana. Pero la fe es tener esa certeza, la podemos tener porque nuestra fe está basada en Dios. Dios es quien tiene la autoridad para que algo suceda o no. Dios tiene autoridad sobre todo lo que existe, entonces nuestra fe está basada en Dios quien nos da la certeza de lo que vendrá.

Continúa diciendo el versículo que la fe es la convicción de lo que no se ve. El mundo espiritual no lo vemos con nuestros ojos naturales, es necesario que nuestro ser espiritual sea fortalecido para que podamos ver, por la fe, las cosas que no se ven. Entonces la fe nos permite ver esas cosas invisibles, esas cosas que suceden a nuestro alrededor pero no es posible ver ni percibir con nuestros sentidos. 

a. En el autor y consumador (Hebreos 11:2)

La fe nuestra viene de uno solo, viene de Jesús. En Él confiamos, de Él depende nuestra fe, es toda suya. No creemos en lo perecedero, no confiamos en aquello que no será en el futuro, no ponemos nuestra fe en lo que no es Dios.

Jesucristo es el autor y consumador de la fe, ya que por medio de Él es que tenemos el perdón de pecados. Jesús murió en la cruz y derramó su sangre para que por medio de ella tengamos la vida eterna. 

2 comentarios en «La plenitud de Dios»

  1. Deoris Zorrilla desde la Republica Dominica, los felicito por excelente bosquejo de sermón, he tomado parte de ellos y lo he agregado a mi mensaje, y has sido muy edificativo, bendiciones especiales para todos ustedes. Shalom para todos.

    Responder

Deja un comentario