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Serás de Bendición

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: Serás de Bendición

Predicas Cristianas Lectura Bíblica de Hoy: Marcos 10:17-25

Introducción

El Señor nos habló y nos dijo que este año que comienza sería un año de tremenda bendición. Pero también debemos saber que ninguno que haya sido bendecido, debe ser indiferente a las necesidades de los demás, nadie que ha sido bendecido puede pensar en guardar toda la bendición para sí mismo, ya que la promesa es: “Te bendeciré, y serás bendición”, por lo tanto, de no hacerlo nos expone no solo a nosotros, sino también a nuestra familia, a perder no solo lo material, sino a perdernos eternamente, y esto nos hace preso de nuestros pecados.

La Biblia dice:Su sangre demandaré de vosotros”; por otra parte, no hacerlo nos presenta como incrédulos ante Dios, y los incrédulos no dejarán de pagar las consecuencias de su incredulidad y desobediencia, por lo que cuando bendecimos, estamos dando a Dios una razón concreta para que bendiga a nuestras generaciones posteriores, por lo tanto, “meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, ……..; meditad, pues, en vuestro corazón. ¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía; mas desde este día os bendeciréHageo 2:18-19.

Leamos la Palabra de Dios en Marcos 10:17-25Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”.

El Señor no nos dice que hoy nos bendecirá, sino que desde hoy nos bendecirá

Recuerden que nos ha dicho que si Él nos habla para guiarnos, avancemos, pero si no nos habla, que reposemos, de manera que si no nos habla debemos esperar pacientemente la restitución y restauración de todo lo perdido, orando y leyendo la Palabra para llenarnos de fe, con la expectativa cierta de que las cosas están a punto de cambiar.

Los versos de Hageo 2:18-19 hablan de que todas las semillas que están listas para ser sembradas, mientras el granero está vacío, y todavía no produce nada la vid, la higuera, el granado y el olivo, lo que representan la provisión que ha estado seca en los últimos años aunque hemos sembrado y trabajado, aún no hemos visto el fruto de todo lo que hemos hecho, pero todo está a punto de cambiar.

Muchos se desalientan al ver los graneros vacíos y los campos como estériles, pero ahora permita que su esperanza sea renovada, siga creyendo y aplique su fe a cada semilla que ya ha sembrado con El.

Permita que su amor sea revivido para dar vida a muchos en sus próximas generaciones pues el Señor está trayendo una cosecha divina para bendecirnos en sus propósitos y nos llama a dar parte de la cosecha en la que estamos entrando ahora para bendecir a la familia.

El pueblo de Israel fue llevado en cautiverio a Babilonia por una razón, porque el pueblo no obedeció a Dios en sus mandamientos, tal como aquellos que prefieren la desobediencia, la rebeldía, la idolatría; hizo cosas que iban en contra de la voluntad de Dios, y Dios les envió profetas para que les dijeran que cambien su actitud, que si amaban a Dios realmente tenían que tener otro comportamiento, que si amaban a Dios tenían que escudriñar y obedecer la Palabra de Dios para hacer conforme a lo que Dios establecía, pero el pueblo cerró sus oídos a la voz de los profetas, no quiso escuchar el llamado al cambio que los profetas les traían.

Los reyes no escuchaban a los profetas, porque los reyes en términos generales hacían lo que ellos querían ya que tenían dinero y la posibilidad de sustentarse con lo que tenían, y hasta hubo reyes que contrataban a profetas para que les profetizaran lo que ellos querían, es decir, contrataban falsos profetas que solo les decían que lo que hacían estaba bien y no les exhortaban nunca.

Eran muy bien pagados por el rey, pero eran profetas corruptos que decían lo que el rey quería oír; como aquellos profetas que le dicen al pueblo: En tu vida todo está bien, no hay ningún problema, Dios está contigo, Dios siempre te va a bendecir, pero la realidad que muchos en ese pueblo están en pecado, en desobediencia, en rebeldía, y Dios no está con ellos ni les puede bendecir a menos que cambien sus actitudes.

Porque a la gente le gusta que les hablen bonito, sin exhortaciones, y lo triste es que creen en esas personas que les endulzan el oído; o no te gusta que te hablen bonito al oído; el pueblo se desvío porque prefirió escuchar las palabras bonitas de los falsos profetas antes que a los profetas que Dios enviaba para decirles están haciendo mal, que están en pecado, que les va a venir destrucción si no se enderezan, a esos no los oían.

Porque Dios no solamente viene y te habla del castigo que va a imponer, sino que te habla que tienes una solución, que puedes evitar el castigo de una manera sencilla, cambia tus actitudes, conviértete al Señor, mira a sus mandamientos y haz lo que establece la Palabra, y entonces sí la bendición de Dios siempre estará contigo.

Qué pasa, muchos tocan un poco las cosas de Dios, un poquito como para salir del problema, y después las olvidan, resultado, se olvidan de Dios y cuando quieren acordar están volviendo a lo mismo de antes; no sé si esto te suena, o encuentras algún parecido con tu vida.

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