Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: La conformidad y el cristiano
Bosquejos Bíblicos Texto Biblico: Romanos 12:2
Introducción
Definimos conformidad como aceptar la situación establecida, es decir, adherirse a las costumbres, opiniones y poderes imperantes. Implica adaptarse a cualquier circunstancia.
La conformidad se refiere a la tendencia de una persona a ajustarse a las normas, valores y expectativas de su entorno social, con el fin de ser aceptado y evitar la desaprobación o el rechazo. En este sentido, la conformidad implica aceptar la situación establecida y adherirse a las costumbres, opiniones y poderes imperantes.
La conformidad también implica adaptarse a cualquier circunstancia, incluso si no se está de acuerdo con ella. A menudo se asocia con la falta de independencia y la falta de voluntad para tomar decisiones propias y actuar de acuerdo con los valores y principios personales.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la conformidad no siempre es negativa. En algunas situaciones, puede ser necesaria para mantener la cohesión social y evitar conflictos innecesarios. Además, la conformidad puede ser útil en ciertas circunstancias, como seguir las reglas en el lugar de trabajo o en la escuela para mantener un ambiente de orden y disciplina.
I. ¿Cuáles son las actitudes de la conformidad?
Las actitudes son predisposiciones estables o formas habituales de pensar, sentir y actuar en armonía con nuestros valores. Son el resultado de nuestras convicciones o creencias más fuertes y razonadas de que algo tiene valor y proporciona significado y sustancia a nuestras vidas.
Forman el sistema fundamental a través del cual guiamos y definimos nuestras relaciones y comportamientos dentro de nuestro entorno.
II. Los dos aspectos de la conformidad
a. El que agrada a Dios. Es el sentimiento de satisfacción por lo que hemos logrado a pesar de no tener todo lo que deseamos, y de agradecer a Dios por todo. 1 Timoteo 6:6-7
b. El que desagrada a Dios. Es la actitud pasiva hacia la conquista.
Éxodo 14:15 “Entonces el Señor le dijo a Moisés: ‘¿Por qué clamas a mí? Di a los israelitas que se vayan‘”.
En todo emprendimiento visionario, hay personas progresistas con deseos de avanzar. La Iglesia que marcará la diferencia es aquella en la que sus miembros son progresistas y están deseosos de ir más allá.
Cuando Dios llama a un hombre, no considera el nivel académico ni los años de experiencia, sino las actitudes de fe que posee. Según esta perspectiva, Dios valora la disposición de una persona para creer en Él y seguir Su voluntad, por encima de cualquier otra consideración.
Dios es soberano y puede llamar a cualquier persona, independientemente de su formación o experiencia, si cree que esa persona tiene la actitud correcta hacia Él y está dispuesta a hacer Su voluntad.
III. Primer ejemplo de actitud conformista.
La historia de un hombre conforme al corazón de Dios; sin embargo, hubo un momento en su vida en que la conformidad lo alcanzó. 2 Samuel 11:12
Conformidad – Segundo ejemplo:
Deuteronomio 1:6-11 Pasar demasiado tiempo en esta montaña
No se conforme con sus logros. Debemos seguir desafiandonos a nosotros mismos y trabajando para mejorar en áreas de nuestra vida. Esto implica fijar metas más altas o buscar nuevos desafíos y oportunidades para crecer y desarrollarnos espiritualmente.
Es importante tener en cuenta que el hecho de no conformarse con los logros no significa ser perfeccionistas o trabajar en exceso. En cambio, se trata de mantener una actitud de crecimiento y aprendizaje continuo, reconociendo que siempre hay más por aprender y mejorar.
Conformidad – Tercer ejemplo:
Abrahán. Génesis 11:27-32; 12:1-5
En el mapa de la geografía bíblica, encontrará que Harán se encuentra exactamente a mitad de camino entre Ur de los caldeos y Canaán.
Esto nos enseña por qué muchos hombres y mujeres de Dios con llamados divinos se quedan cortos, ya que no quieren ofender al anciano Taré, quien tardó 205 años en morir.
“Harán significa un lugar seco y estéril, una tierra arrasada y ardiente” es en cierta medida precisa, ya que la ciudad de Harán se encuentra en una región desértica y árida. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que esta zona puede tener otros aspectos geográficos y culturales que la definen y que no se limitan exclusivamente a su carácter seco y estéril.
Conclusión
Como seres humanos, a menudo nos encontramos ajustándonos a las normas y expectativas del mundo que nos rodea. Nos esforzamos por encajar, por ser aceptados y por cumplir las normas que la sociedad considera necesarias para el éxito. Sin embargo, como creyentes, estamos llamados a un nivel más alto.
La Biblia nos dice que no nos conformemos a este mundo, sino que seamos transformados por la renovación de nuestra mente. Esto significa que no debemos conformarnos simplemente con lo que hacen los demás, sino que debemos buscar activamente alinear nuestros pensamientos y acciones con la voluntad de Dios.
El concepto de conformidad es importante en muchas áreas de la vida, pero cuando se trata de nuestra fe, la conformidad ciega puede ser peligrosa. En su lugar, debemos tratar de entender el razonamiento detrás de los mandamientos de Dios y esforzarnos por vivir de una manera que sea agradable a Él. Al renovar nuestras mentes y alinear nuestros pensamientos con los de Dios, podemos probar cuál es esa voluntad buena, aceptable y perfecta de Dios.
© Juan C. Planteiro. Todos los derechos reservados.
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